Como padre o madre, pocas cosas dan más miedo que pensar en que tu hijo o hija se lesione en un accidente de coche. Investigas con esmero, lees reseñas e inviertes en lo que crees que es la mejor protección: la silla de coche para bebés. Abrochas a tu pequeño o pequeña, oyes el clic y ajustas el arnés, confiando en que esta compleja pieza de ingeniería será su escudo. Pero una pregunta persistente suele rondarte la cabeza: "¿Es realmente tan segura como puede ser? ¿Se me escapa algo crucial?".
2025-11-04






