Seamos sinceros. La frase "vacaciones familiares" a veces suena contradictoria. Entre la pesadilla logística, las maletas repletas y el agotamiento de mantener a todos contentos, lo "inolvidable" suele ser más estresante que mágico. Gran parte de ese estrés, sobre todo con niños pequeños, gira en torno a una necesidad básica e indispensable: dormir. Una mala noche en un entorno desconocido puede convertir a un niño alegre en un pequeño tirano y dejar a los padres más agotados que si no hubieran salido de casa.
2025-11-03






