Como padre o madre, cuidas con esmero el mundo de tu bebé. Investigas las sillas de coche más seguras, los alimentos orgánicos más puros y los colchones de cuna más transpirables. Pero entre las suaves mantas y los peluches, hay un objeto cuya seguridad a menudo se pasa por alto: la almohada del bebé. Parece algo tan inocente, un pequeño cojín para una cabecita. Sin embargo, este mismo objeto puede ser fuente de gran ansiedad y riesgo. La pregunta que todos debemos hacernos no es solo "¿Es cómoda?", sino, más importante aún, "¿Es segura la almohada de tu bebé para que tenga dulces sueños?".
2025-11-04






